Supervillanos de Marvel y demógrafos malvados

Cuando se habla de Malthus, aun hoy en día encuentran opiniones encontradas. Para algunos fue una especie de profeta. Para otros, un pesimista. Para otros, un mentiroso. ¿Pero por qué nadie dice que, en realidad, era una muy mala persona? Algo así como un supervillano que no tuvo los medios o la suerte de otros genocidas como StalinFrancoHitlerPol Pot o algún otro más cercano en el tiempo. Las motivaciones y los propósitos de Malthus como supervillano podemos encontrarlas en otro gran malo malísimo nacido en los cómics: Thanos. Y mola muchísimo más empezar una entrada de blog con Thanos que con Malthus. Así que empezaremos con Thanos.

Supervillanos de Marvel y demógrafos malvados

Thanos, el supervillano nihilista y malthusiano

Thanos en los cómics

En los cómics de Marvel, el personaje de Thanos fue creado por el escritor y dibujante Jim Starlin. El nombre "Thanos" hace referencia al término griego Θάνατος (thánatos, muerte). Según la mitología comiquera, Thanos nació Titán, la mayor luna de Saturno. Obsesionado con la personificación de la Muerte, a la que adora, Thanos busca ganarse su favor aniquilando la mitad de la vida en el universo. Para cumplir su objetivo, Thanos obtiene el Guantelete del Infinito, que le otorga el poder de controlar las seis Gemas del Infinito. En los cómics, es un villano recurrente del universo Marvel, y su carácter y complejidad han sido desarrollados a lo largo de décadas, mostrando facetas de ambición, nihilismo y un deseo constante de poder y reconocimiento.


Thanos dirigiéndose a la Muerte en una viñeta de El Guantelete del Infinito, Vol. 1, nº 5, 1991 (Marvel Comics).
Thanos dirigiéndose a la Muerte en una viñeta de El Guantelete del Infinito, Vol. 1, nº 5, 1991 (Marvel Comics).


Thanos en el UCM

En el Universo Cinematográfico de Marvel, la historia y las motivaciones del personaje son algo diferentes y, por decirlo así, más adultas. El Thanos del cine es originario del ficticio planeta Titán, cuya civilización colapsó debido a la sobrepoblación y la falta de recursos. Creyendo que el universo está condenado a sufrir el mismo destino, adopta la misión de eliminar a la mitad de los seres vivos sintientes para restaurar el "equilibrio" y garantizar la supervivencia de las especies. Para lograr esto, busca reunir las seis Gemas del Infinito (que, juntas, funcionan como una fuente de poder omnímodo) y fabrica un artefacto para contenerlas y manipularlas, el Guantelete del Infinito. Así, las gemas le permitirían cumplir su plan con un solo chasquido de sus dedos. Thanos es un ser extremadamente poderoso, con gran fuerza, resistencia y un hábil estratega.


Thanos (Josh Brolin) en un fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).
Thanos (Josh Brolin) en un fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).


En la gran pantalla, Thanos es un villano excelente y complejo porque es despiadado y nihilista, pero tiene un propósito profundamente moral. Por un lado, promueve un genocidio de proporciones cósmicas, pero, por otro, lo hace convencido de la necesidad de reducir la población del universo para que los supervivientes puedan tener una existencia feliz.


Thanos (Josh Brolin) observando las ruinas de su ciudad natal tras el desastre que él profetizó, debido a la falta de recursos. Fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).
Thanos (Josh Brolin) observando las ruinas de su ciudad natal tras el desastre que él profetizó, debido a la falta de recursos. Fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).


Thanos justifica su plan para eliminar a la mitad de la vida en el universo como una medida para evitar el agotamiento de los recursos naturales y el hambre. Thanos cree que su acto genocida es necesario para evitar que los recursos limitados del universo se agoten, restaurando el equilibrio y asegurando la supervivencia de los que quedan. Sin embargo, su enfoque radical e inmoral, que implica eliminar vidas en lugar de buscar soluciones sostenibles, ha sido fuertemente criticado tanto por los héroes del MCU como por los espectadores.


Thanos (Josh Brolin) explica sus motivaciones a su hija Gamora (Zoe Saldaña). Fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).
Thanos (Josh Brolin) explica sus motivaciones a su hija Gamora (Zoe Saldaña). Fotograma de Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).


Gamora: Era una niña cuando me cogiste.

Thanos: Te salvé.

Gamora: No. Éramos felices en mi planeta.

Thanos: ¿Teniendo hambre? ¿Mendigando migajas? Tu planeta estaba al borde del colapso. Yo fui quien puso freno a eso. ¿Sabes qué ha pasado desde entonces? Los niños nacidos solo han conocido la panza llena y el cielo claro. Es un paraíso.

Gamora: Asesinaste a la mitad del planeta.

Thanos: Un pequeño precio por la salvación.

Gamora: Estás loco.

Thanos: Pequeña, es un simple cálculo. Este universo es finito. Sus recursos son finitos. Si no controlas la vida, la vida dejará de existir. Necesita una corrección.

Gamora: ¡Eso no lo sabes!

Thanos: Yo soy el único que lo sabe. Al menos, soy el único con la voluntad de actuar.

Gamora (Zoe Saldaña) y Thanos (Josh Brolin) en Vengadores: Infinity War (Anthony y Joe Russo, 2018).

De no haber nacido en Titán hace unos mil años, Thanos podría haber nacido en el Reino Unido durante el siglo XVIII, ordenarse clérigo y llamarse Thomas Robert Malthus.

Malthus, el supervillano genocida y aporofóbico

Thomas Robert Malthus (Surrey, 1766- Bath, 1834) nació en el seno de una familia acomodada e intelectual. Su padre, Daniel Malthus, era un admirador de filósofos como Jean-Jacques Rousseau y David Hume, lo que influyó en la educación del joven Thomas. Estudió en el Jesus College de Cambridge, donde se destacó en matemáticas y fue ordenado sacerdote anglicano en 1797. Además de su carrera religiosa, Malthus fue un activo economista y profesor. Ocupó el cargo de profesor de historia y economía política en el East India College (actual Haileybury), donde enseñó a futuros administradores de la Compañía de las Indias Orientales. A lo largo de su vida, fue miembro de varias instituciones académicas, incluidas la Royal Society y la Royal Society of Literature.


Izquierda: T. R. Malthus, posando con su atractivísima media sonrisa mientras es retratado por John Linnell en 1834. Derecha: primera página de una de las primeras traducciones al español de el Ensayo sobre el principio de la población (1846).
Izquierda: T. R. Malthus, posando con su atractivísima media sonrisa mientras es retratado por John Linnell en 1834. Derecha: primera página de una de las primeras traducciones al español de el Ensayo sobre el principio de la población (1846).

¿En qué consisten las teorías de Malthus sobre la población y los recursos?

En su principal obra, Ensayo sobre el principio de la población (1798), Malthus planteó que la población tiende a crecer exponencialmente, mientras que los recursos, como los alimentos, solo aumentan de manera aritmética. Esto, según él, llevaría inevitablemente a una escasez de recursos, hambrunas y crisis sociales si no se controlaba el crecimiento poblacional, como podemos ver en el siguiente gráfico que resume su hipótesis:


Crecimiento exponencial de la población frente al crecimiento aritmético de los recursos, según Thomas R. Malthus. En el momento en que se cruzan las dos líneas comenzaría un período de escasez. Ese momento se conoce como "punto de catástrofe malthusiana".
Malthus proponía que la producción de recursos crece de manera aritmética, mientras que la población lo hace de manera exponencial. A causa de eso, preveía una catástrofe cuando la población sufriese inevitablemente escasez de recursos.


Sus ideas, aunque polémicas, influyeron profundamente en el desarrollo de la economía y la teoría demográfica, y continúan siendo debatidas en el contexto de la sostenibilidad y el crecimiento poblacional. Además de su labor académica, Malthus fue profesor en el East India Company College, contribuyendo también a la formación de generaciones de economistas y pensadores.

¿Qué es lo que no vio o no quiso ver Malthus?

A saber de dónde sacó Malthus la idea de que la población tiende a crecer exponencialmente, mientras que los alimentos aumentan de manera aritmética. ¿Se lo inventó o no aplicó bien la estadística? Chi lo sá?

En general, pueden ponerse pegas a los razonamientos de Malthus como ocurre con cualquier conclusión científica (y gracias a eso, la ciencia avanza). Lo que ocurre es que Malthus partía de algunas premisas, digamos, endebles:

Es una observación del doctor Franklin que no hay límite alguno en la facultad productiva de las plantas y los animales, sino que al aumentar su número se quitan mutuamente la subsistencia. Si en la superficie de la tierra, dice, existiese con exclusión de toda planta, una sola especie, por ejemplo, el hinojo, bastaría para cubrirla de verdor. Y si no hubiese otros habitantes, una sola nación, por ejemplo, la inglesa, la hubiera poblado en pocos siglos.

Esto es incontestable.

Thomas R. Malthus. Ensayo sobre el principio de la población (1846).

"Incontestable", menos para cualquier estudiante de primero de Agronomía, Biología, Economía, Geografía o Historia en la actualidad. O en tiempos de Malthus, que también.

Malthus, y no debido precisamente a sus profesores (como Jean-Jacques Rousseau), era más partidario de la caridad y la limosna que de la justicia social. Y la limosna, además, con cuidado, ojo, que hay quien no se la merece. Que para eso Malthus llega a citar a San Pablo:

Las leyes de la naturaleza nos dicen con San Pablo: no es digno de comer el hombre que no quiere trabajar; y aun añade que no se debe fiar temerariamente de la Providencia. Nos enseñan que el que se casa sin tener con qué proveer a las necesidades de su familia, debe esperar la miseria. Estos son avisos que nuestra naturaleza hace necesarios y que manifiestamente tienen una tendencia útil y bienhechora. Si por la dirección que demos a nuestras limosnas, bien públicas ó privadas, declaramos que el hombre que no quiere trabajar no dejará de ser considerado digno de comer y que no perecerá el que se case sin medio alguno para sostener su familia, claro está que contrariamos por un ataque regular y sistemático las miras benéficas porque se han establecido dichas leyes.

Thomas R. Malthus. Ensayo sobre el principio de la población (1846).

El cristianismo iba bien hasta que llegó San Pablo, pero eso es otra historia.


Persona pobre sentada en el suelo frente a un cuenco de comida vacío. Está leyendo un libro titulado "Teoría maltusiana".
Caricatura política de Etta Hulme, publicada en el Fort Worth Star-Telegram. Etta Humme/University of Texas at Arlington Libraries.


No sé si he dicho que Malthus era reverendo anglicano. Después de discutir la inutilidad (según él) de tratar de aumentar los recursos o de aumentar el salario o mejorar las condiciones de vida y trabajo de los obreros, la única respuesta que Malthus encuentra es "disminuir" el número de obreros evitando casamientos e hijos. Eso sí, explicándoselo bien para que no se enfaden:

Si tratamos sinceramente de mejorar de un modo constante la suerte del pobre, lo mejor que podemos hacer es exponerles con verdad la situación en que se encuentran: hacerles comprender que el único medio de subir realmente el precio del trabajo, es disminuir el número de obreros, y que como ellos los proporcionan al mercado ellos solos pueden impedir su multiplicación. Este medio de disminuir la pobreza me parece tan claro en teoría, tan confirmado por la semejanza de este caso con cualquiera otra mercadería, que nada puede justificar el que no se ponga en ejecución, a menos que no se pruebe que este medio produce mayores males que los que podría evitar.

Thomas R. Malthus. Ensayo sobre el principio de la población (1846).

Sí, sí, en efecto. Propone justamente lo que estás pensando. Los trabajadores pobres son "mercancía" y para subir el precio del trabajo hay que eliminar pobres. No sé de qué iban a vivir los ricos de la dieciochesca Gran Bretaña si eliminaban a los pobres. Pero era tan fino hilando este hombre, que pensó que, si no se casaban, los obreros iban a tener hijos igualmente, por su natural lujuria. Pues que se mueran de hambre y santas pascuas. ¿Problema? ¡Solución!

A este efecto propondría que se publicase una ley que mandara que la asistencia de las parroquias se rehúse a los hijos nacidos de matrimonios contraídos un año después de la promulgación de esta ley, y todos los ilegítimos nacidos dos años después.

[...]

Si alguno juzga a propósito casarse sin tener esperanza de poder alimentar a su familia, creo que debe ser abandonado a sí mismo y gozar respecto a esto de la mas completa libertad. Aunque a mi parecer semejante matrimonio sea una acción inmoral, no está incluida en el número de las que debe encargarse la sociedad de castigar ó de precaver directamente. La razón es que la pena con que la sancionan las leyes naturales cae inmediatamente sobre el culpable, y dicho castigo es por si bastante fuerte. [...] Entreguemos, pues, a este hombre culpable al castigo impuesto por la naturaleza. Ha obrado contra la voz de la razón que se le ha manifestado claramente, no puede, pues, acusar a nadie, y solo debe achacárselo a si mismo si la acción que ha cometido tiene para él fatales consecuencias. No puede ya acudir a la asistencia parroquial, y si la caridad privada les proporciona algunos socorros, el interés de la humanidad requiere imperiosamente que no sean demasiado abundantes. Es preciso que sepa que las leyes naturales, esto es, las leyes de Dios, le han condenado a vivir penosamente para castigarle por haberlas violado que no puede usar de ningún derecho contra la sociedad para obtener de ella la mas escasa porción de alimento sino la que puede comprar con su trabajo; que si él y su familia se encuentran a cubierto de los horrores del hambre, deben considerarse deudores de la piedad de algunas almas benéficas que tienen por ello derecho a todo su reconocimiento.

En cuanto a los niños nacidos de un comercio ilegítimo, después de haber hecho todas las advertencias convenientes, no se les admitiría a la asistencia en las parroquias, quedando enteramente confiados a la caridad de los particulares.

Thomas R. Malthus. Ensayo sobre el principio de la población (1846).

Bueno, basta de citar sandeces malthusianas.

Por decirlo de una forma suave, las teorías de Malthus sobre el crecimiento poblacional y el agotamiento de los recursos no se consideran completamente correctas en la actualidad debido a varios factores que él no pudo, no supo o no estaba nada interesado en prever. En primer lugar, subestimó la innovación tecnológica. Malthus no contó o no quiso contar con la revolución industrial y los avances tecnológicos que permitirían aumentar significativamente la producción de alimentos y otros recursos (a pesar de que la máquina de vapor con constancia documental se inventó ya casi un siglo antes). La mecanización de la agricultura, los fertilizantes químicos y las mejoras en las técnicas de cultivo han superado con creces las expectativas de Malthus.

En segundo lugar, no consideró los cambios en las tasas de natalidad. Asumió (sin pruebas) que la población crecería exponencialmente sin límites. Sin embargo, los avances en medicina, educación y los cambios en las estructuras sociales han llevado a una disminución de las tasas de natalidad en muchos países.

Además, ignoró la distribución desigual de los recursos. Malthus se centró en la (según él) escasez global de recursos, pero no consideró las desigualdades en la distribución de la riqueza y el acceso a los alimentos. La hambruna a menudo es un problema de distribución, no de producción.


Un hombre rico descansando sobre una muchedumbre de personas
Viñeta de Eneko.


Malthus tampoco previó el impacto de las políticas públicas (en realidad no era partidario de políticas públicas que se ocupasen de la redistribución o que mejorasen la vida de los pobres). Las políticas gubernamentales en materia de agricultura, salud y desarrollo económico han desempeñado un papel crucial en la gestión de los recursos y el crecimiento de la población en muchas regiones. Estas dinámicas han demostrado que el crecimiento de la población no siempre lleva inevitablemente a la escasez y colapso, como Malthus predijo.

A pesar de todo, políticos miopes han aplicado estas ideas. Miopes o crueles:

En su libro The Evolution of Everything (Harper, 2015), el biólogo evolucionista y periodista Matt Ridley resume sucintamente esta política: "Es mejor ser cruel que ser amable". La creencia de que "quienes ostentan el poder saben mejor lo que es bueno para los vulnerables y los débiles" condujo directamente a acciones legales basadas en una ciencia maltusiana cuestionable. Por ejemplo, la Ley de Pobres inglesa implementada por la reina Isabel I en 1601 para proporcionar alimentos a los pobres fue severamente restringida por la Ley de Enmienda de la Ley de Pobres de 1834, basada en el razonamiento maltusiano de que ayudar a los pobres solo los alienta a tener más hijos y, por lo tanto, a exacerbar la pobreza. El gobierno británico tuvo una actitud maltusiana similar durante la hambruna irlandesa de la patata de la década de 1840, señala Ridley, argumentando que la hambruna, en palabras del secretario adjunto del Tesoro Charles Trevelyan, era un "mecanismo eficaz para reducir el exceso de población". Unas décadas más tarde, Francis Galton abogó por el matrimonio entre los individuos más aptos ("Lo que la naturaleza hace ciegamente, lentamente y sin piedad, el hombre puede hacerlo providentemente, rápidamente y con bondad"), seguido por varios socialistas destacados, como Sidney y Beatrice Webb, George Bernard Shaw, Havelock Ellis y HG Wells, que defendieron abiertamente la eugenesia como herramienta de ingeniería social.

Pensamos en la eugenesia y la esterilización forzada como un programa nazi de derecha implementado en la Alemania de los años 30. Sin embargo, [...] la fiebre eugenésica arrasó Estados Unidos a principios del siglo XX.

Michael Shermer. Why Malthus is still wrong, Scientific American (01/05/2016).

 ¿Qué alternativas hubieran tenido Thanos y Malthus si hubieran sido algo más empáticos? Lo veremos por aquí pronto.

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