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Los comienzos de la ciencia del suelo en el Lejano Oriente: China y Japón

Previamente hemos hablado del nacimiento de la Ciencia del Suelo y, en concreto, del conocimiento aplicado del suelo a la agricultura en Mesopotamia . De forma paralela, en China y Japón, la agricultura surgió hace milenios como eje central de la cultura, la sociedad y la tecnología. En China, se domesticaron especies como el arroz y el mijo desde hace más de 10000 años, desarrollándose técnicas avanzadas de irrigación, clasificación de suelos y control de la erosión . Japón, influido por China, adaptó estas prácticas a sus limitadas tierras fértiles mediante el uso de terrazas, fertilizantes naturales y rotación de cultivos. Ambos países integraron el conocimiento agronómico con sistemas sociales y espirituales, mientras que pensadores como Masanobu Fukuoka en Japón reformularon la agricultura moderna desde una mirada más natural y sostenible. La historia agrícola del Lejano Oriente revela una profunda comprensión de los suelos, el clima y la gestión del paisaje.

Cómo las ciudades alteran el ciclo del agua


El sellado del suelo urbano, causado por la impermeabilización con materiales como asfalto y hormigón, altera el ciclo hidrológico al reducir la infiltración de agua y aumentar la escorrentía. Esto provoca una menor recarga de acuíferos, mayor riesgo de inundaciones y contaminación de cuerpos de agua. Además, modifica el microclima urbano, favoreciendo el efecto isla de calor y afectando la biodiversidad. También tiene consecuencias socioeconómicas, como el aumento de riesgos para la población y un desarrollo urbano insostenible. Para mitigar estos impactos se han propuesto soluciones basadas en la naturaleza, planificación sostenible y educación ambiental.

Impacto de las ciudades sobre el ciclo hidrológico... y otras cosas

El crecimiento urbano y la modernización de infraestructuras han llevado a un aumento significativo en el sellado del suelo. Este fenómeno, que implica la cobertura del suelo con materiales impermeables como asfalto, hormigón o baldosas, tiene profundas implicaciones sobre el ciclo hidrológico y el medio ambiente en general. En esta entrada discutiremos cómo el sellado del suelo afecta la infiltración del agua, el flujo de escorrentía, la recarga de acuíferos y la gestión del riesgo de inundaciones, además de sus implicaciones socioeconómicas y ambientales.


Vista desde Torre Sevilla mostrando la transición entre zonas verdes y áreas urbanizadas con asfalto y edificaciones. El contraste entre naturaleza y desarrollo urbano refleja la planificación de la ciudad y su integración con espacios naturales
Zonas verdes junto a suelos sellados por asfalto y edificaciones, vistas desde Torre Sevilla. Antonio Jordán.

Infiltración reducida y recarga de acuíferos

En su estado natural, el suelo permite que el agua de lluvia se infiltre, favoreciendo la recarga de los acuíferos y regulando el flujo de agua subterránea. Sin embargo, en entornos urbanos, la impermeabilización del suelo impide esta infiltración, interrumpiendo el proceso de recarga de las reservas hídricas subterráneas. 


Calle Asunción en Sevilla bajo la lluvia nocturna. El pavimento mojado refleja las luces de los establecimientos y farolas, creando un efecto visual llamativo. Árboles alineados y edificios iluminados aportan profundidad a la escena, capturando la atmósfera urbana en una noche lluviosa.
Lluvia sobre la calle Virgen de Luján de Sevilla la noche del 10 de marzo de 2025. Antonio Jordán.


Como resultado, la disponibilidad de agua para el abastecimiento humano, la agricultura y los ecosistemas naturales se ve comprometida.


Plaza de San Marcos en Sevilla bajo la lluvia. El suelo mojado refleja las luces de los edificios y tiendas circundantes. A la izquierda, una estructura de piedra con sombrilla cerrada y mesas. En el centro, un edificio rojo con balcones. A la derecha, tiendas iluminadas, incluyendo una farmacia con cruz verde. Escena urbana tranquila tras la lluvia.
Lluvia sobre la Plaza de San Marcos de Sevilla el 29 de enero de 2025. Antonio Jordán.


Aumento de la escorrentía superficial

El sellado del suelo también contribuye al aumento de la escorrentía superficial. En ausencia de permeabilidad, el agua de lluvia fluye rápidamente sobre las superficies urbanas, acumulándose en calles, avenidas y redes de alcantarillado.


Calle Asunción en Sevilla bajo la lluvia nocturna. El pavimento mojado refleja las luces de los establecimientos y farolas, creando un efecto visual llamativo. Árboles alineados y edificios iluminados aportan profundidad a la escena, capturando la atmósfera urbana en una noche lluviosa.
Lluvia sobre la calle Asunción de Sevilla la noche del 10 de marzo de 2025. Antonio Jordán/Imaggeo.


Esto no solo incrementa el riesgo de inundaciones, sino que también acelera la erosión del suelo en áreas periféricas y aumenta la probabilidad de deslizamientos de tierra en zonas de relieve accidentado.

Charlie: ¡Por el amor de Dios!

Tom: Es una inundación, Charlie. Te vas a mojar, tranquilízate.

Charlie (Ed Asner) y Tom (Christian Slater) en Hard rain (Mikael Salomon, 1998).


Avenida de la Buhaira en Sevilla inundada tras una intensa lluvia. Charcos y acumulaciones de agua reflejan las luces de los vehículos y el alumbrado público. Coches y un autobús circulan con precaución, mientras la escena destaca los efectos de la lluvia en la ciudad.
Avenida de la Buhaira de Sevilla, inundada el 19 de octubre de 2023. Antonio Jordán.


Contaminación del agua

Las aguas de escorrentía urbana transportan contaminantes acumulados en la superficie de las ciudades, como metales pesados, hidrocarburos, residuos sólidos y sedimentos. Estos contaminantes se concentran en los sistemas de drenaje y, en episodios de lluvias intensas, pueden ser vertidos directamente en ríos, lagos o el mar sin tratamiento adecuado, generando un impacto negativo en la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos.

La salud y el crecimiento de una ciudad están unidos inexorablemente al agua. Las ciudades deben tener acceso a agua limpia y deben poder deshacerse del agua sucia. No se puede obviar la importancia de esto, aunque es fácil no percatarse de ello. El agua es a menudo el motivo que se esconde tras la localización geográfica de las ciudades, pero también les da forma y establece sus limites físicos. A medida que el clima cambia, esta relación fluctuante tendrá un efecto profundo en las vidas de sus habitantes, que cada vez será más difícil de ignorar.

Roman Mars y Kurt Kohlstedt. La ciudad invisible (2020).

En el libro que acabo de citar, se explica el caso de la reversión del cauce del río Chicago en 1854. No puedo explicarlo con mejores palabras ni de forma más gráfica e irónicamente divertida que los autores, así que lo copio sin ninguna vergüenza aquí mismo, recomendando fuertemente la lectura del libro:

Cuando una epidemia de cólera se llevó por delante brutalmente a un 5% aproximadamente de ciudadanos de Chicago en 1854, el problema empezó a ser demasiado grande para que las autoridades lo ignoraran. Así que, como solía pasar en el siglo XIX, este gran problema fue abordado por una serie de soluciones de ingeniería sin precedentes cada vez mayores y más osadas.

Ellis S. Chesbrough era un ingeniero que había trabajado en sistemas de agua en Boston antes de mudarse al medio oeste, donde fue nombrado miembro de la Comisión de Alcantarillado de Chicago en la década de 1850. Se le ocurrió un plan ambicioso: la ciudad tenía que elevarse para que las aguas residuales fluyeran. En el transcurso de los años siguientes, una serie de edificios fueron elevados hasta tres metros con gatos mecánicos. Era una tarea gigantesca, con equipos de trabajo moviéndose en sincronía para elevar la arquitectura local edificio a edificio. [...] Sin embargo, mientras se llevaba a cabo este esfuerzo había otro problema acuciante: el agua potable. Levantar los edificios ayudaría a desplazar las aguas residuales hacia el lago, pero el lago también era de donde la ciudad obtenía su agua potable, lo que suponía un problema.

Para abordar el problema número dos, Chesbrough propuso otro hito sin precedentes de la ingeniería moderna: los trabajadores tunearían bajo el lago Michigan para crear una toma de más de tres kilómetros de longitud que obtendría agua limpia de más arriba. Para acelerar las cosas, los tuneladores trabajarían desde ambos extremos, descenderían dieciocho metros y luego avanzarían en horizontal hasta encontrarse en el centro. El trabajo era constante: los excavadores trabajaban de día mientras que los albañiles apuntalaban los muros de noche.

Pero mientras se llevaba a cabo este increíble proyecto, la ciudad se expandía más allá de su capacidad y creaba más residuos. Y no eran solo excrementos humanos: los mataderos se reproducían como setas en Chicago y lanzaban sus desperdicios al llamado río Chicago, que no es un único paso de agua sino una extensa red de ríos naturales y canales artificiales. Una zona especialmente horrible de la rama sur conocida cariñosamente como Bubbly Creek (arroyo burbujeante) se llamaba así por las burbujas de metano que generaban los trozos de animales podridos en esa zona. Aquella agua, a veces, incluso se incendiaba. Algunos de los desechos de la ciudad seguían su camino más allá de la zona de seguridad de tres kilómetros del lago Michigan, y entraban en el sistema de toma de agua limpia. Se habló de mover la toma aún más lejos, pero por largos que fueran los túneles nunca lograrian seguir el ritmo de crecimiento de la ciudad.

Hacía falta una solución mayor y más osada, así que se propuso una idea aún más ambiciosa: revertir todo el río Chicago. En lugar de que los desperdicios del río llegaran al lago Michigan, el agua limpia del lago fluiría por la ciudad. Esto resolvería de una vez por todas el problema de la contaminación y la llevaría corriente abajo por el río Illinois, después el Misisipi y hasta el golfo de México, para consternación de otras ciudades por el camino. Se tardó años en completar el proyecto e hicieron falta miles de trabajadores, toneladas de dinamita, equipo de excavación recién inventado y todo un año para excavar los profundos canales. En enero de 1900, se abrió la última presa y el agua por fin empezó a revertir su curso, avanzando corriente abajo, lo que provocó el siguiente titular en el New York Times: "El agua del río Chicago ahora parece líquido".

A medida que se ejecutaba este proyecto las ciudades situadas más abajo lucharon para hacer que aquel terrible flujo de excrementos no se derramara en sus patios traseros. Las demandas legales de St. Louis en contra de la reversión llegaron hasta el Tribunal Supremo. Al exponer sus argumentos, el juez Oliver Wendell Holmes se preguntó: "¿Es acaso el destino de los grandes ríos convertirse en las cloacas de las ciudades de sus cursos?". La respuesta del tribunal fue, en efecto, sí: St. Louis no pudo impedir los planes de redirección de Chicago. Hasta cierto punto aquello era ya la norma, que las ciudades lanzasen sus desechos tanto en ríos, naturales como en vías de agua artificiales, y estos procesos judiciales ratificaron estos precedentes. Las ciudades tendrían que crear sus propias plantas de tratamiento de aguas residuales para compensar la contaminación del agua de otras ciudades.

Roman Mars y Kurt Kohlstedt. La ciudad invisible (2020).

¡Ay! Si los ingenieros y los jueces ya son temibles por separado...

Consecuencias ambientales y climáticas de las ciudades

Modificación del microclima urbano

El sellado del suelo también contribuye a la alteración del microclima de las ciudades. Las superficies impermeables, al absorber y retener calor, incrementan la temperatura local, un fenómeno conocido como "isla de calor urbana". Esto genera un mayor consumo energético para refrigeración y aumenta los niveles de contaminación atmosférica.


Diseño urbano modernista de una zona residencial con calles amplias y viviendas organizadas en patrones geométricos. Ejemplo de crecimiento urbano descontrolado, caracterizado por su alta dependencia del automóvil. Fotograma del documental Urbanized (Gary Hustwit, 2011), que analiza el impacto de la planificación urbana en la movilidad y el entorno.
Diseño urbano modernista de una zona residencial, ejemplo de crecimiento urbano descontrolado por su alta dependencia del automóvil. Fotograma de Urbanized (Gary Hustwit, 2011).


El efecto "isla de calor urbana" o, simplemente, "isla de calor", se refiere al aumento de la temperatura en las ciudades en comparación con las zonas rurales cercanas o el entorno natural. Este fenómeno se debe a la absorción y retención del calor en los materiales urbanos como el asfalto y el hormigón, que almacenan energía térmica durante el día y la liberan lentamente por la noche. La escasez de vegetación contribuye a este problema, ya que los árboles y otras plantas mitigan el calor a través de la transpiración y proporcionan sombra. Además, la actividad humana, lo que incluye el tráfico, la industria y los sistemas de climatización, genera calor adicional que se acumula en el ambiente. Otro factor importante es el diseño urbano, que en muchas ocasiones dificulta la circulación del viento y atrapa el calor dentro de las áreas edificadas. 

Si las islas de calor se forman como consecuencia del diseño, la arquitectura y los materiales, no debería ser una sorpresa que al final todo sea una cuestión de ricos y pobres, como muy bien se explica a continuación:

"Mi tesis se centra en el sobrecalentamiento urbano", destaca De Sola. El estudio, aplicado en la capital de Andalucía, determina que, dentro de la ciudad, las zonas más cálidas son las periferias rodeadas de infraestructuras y los polígonos residenciales del siglo XX, donde suele vivir población vulnerable en edificios obsoletos. "Coincide en muchas ocasiones con las zonas en las que vive la gente con menor renta, por desgracia", se lamenta.

Javier de Sola. Entrevista en El Correo de Andalucía (13/02/2025).


Imagen de satélite en falso color que muestra las zonas térmicas de la ciudad de Sevilla a diferentes horas del día.
Teledetección por satélite de la temperatura en Sevilla. Ayuntamiento de Sevilla/El País.


Las consecuencias del efecto "isla de calor" son significativas tanto a nivel ambiental como para la salud de la población. Desde el punto de vista ecológico, este fenómeno incrementa la demanda energética debido al mayor uso de aire acondicionado, lo que a su vez eleva las emisiones de gases de efecto invernadero: hace calor, luego enfriamos el interior de las viviendas calentando el exterior, luego hace más calor, luego tenemos que enfriar más las viviendas... un ciclo sin fin. Alguien debería pararse a pensar si el diseño de los edificios y las ciudades tiene algo que decir.

El almacenamiento térmico antes se conseguía por paredes más gruesas y hoy podemos hacerlo con muros más finos de otros materiales. Además, cada edificio debe estar ubicado de la forma correcta y en función de características como el clima, la orientación, que las aberturas tengan las condiciones adecuadas, y ventilaciones cruzadas. A veces cambios en la distribución interior permiten apostar por sistemas pasivos y refrescar esas casas sin necesidad de otras instalaciones.

Marta Val-llosera. Entrevista en El País (07/08/2024).

O, explicado de forma más sencilla aun, hay que hacer las cosas bien:

El arquitecto español Nacho Cordero, que se ha formado en el concepto de "passivhaus", utiliza una analogía para explicarlo: "Imagínate que te vas a hacer un barco, y la forma de de diseñarlo es hacerle una bomba de achique para que no se hunda. La arquitectura pasiva es lo contrario a esto. Es intentar que el barco no necesite la bomba de achique o que la tenga solo para una emergencia". En el fondo, señala, la idea es sencilla, "es intentar hacer las cosas bien".

Paula Rosas. Qué es la arquitectura pasiva, las viviendas donde no se pasa calor ni frío y casi no consumen energía. BBC News (03/08/2022).

El efecto "isla de calor" también puede alterar los ecosistemas urbanos, afectando la biodiversidad y modificando los ciclos de vida de algunas especies. En cuanto a la salud humana, las altas temperaturas pueden provocar golpes de calor, agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias y afectar la calidad del sueño. Además, el calor contribuye a la formación de ozono troposférico, un contaminante que perjudica las vías respiratorias y agrava problemas como el asma.

Para reducir el impacto de este fenómeno, es fundamental aplicar soluciones urbanísticas sostenibles:

Ese estudio concluye que los árboles reducen la mortalidad prematura de población causada por las islas de calor urbanas, al suavizarse la temperatura gracias al agua evaporada que generan los árboles, y que esa reducción de mortalidad se da si esa masa de árboles se extiende, al menos, por un 30% de la ciudad.

Ana S. Ameneiro. Los árboles son la mejor solución contra la isla de calor. Diario de Sevilla (23/06/2023).

La expansión de las zonas verdes mediante la plantación de árboles en calles y parques, así como la instalación de techos y fachadas vegetales en los edificios, ayuda a reducir la temperatura. También es importante utilizar materiales de construcción reflectantes y pavimentos fríos que minimicen la absorción del calor. La movilidad sostenible, fomentando el uso del transporte público y la bicicleta, disminuye la cantidad de calor generado por el tráfico. Un diseño urbano más eficiente, con edificaciones que favorezcan la ventilación natural y la conservación de cuerpos de agua urbanos, contribuye a equilibrar las temperaturas y mejorar el confort térmico en las ciudades. Frente al cambio climático y la expansión urbana, estas estrategias resultan clave para reducir el efecto isla de calor y mejorar la calidad de vida en los entornos urbanos.

Para no hacer largo el cuento, más verde y menos gris:

Estos resultados pueden ayudar a los planificadores urbanos a comprender los beneficios de la refrigeración que aporta la presencia de tierras cultivadas alrededor de las ciudades y a diseñar espacios verdes frescos dentro del Gran Cairo para mitigar los efectos de la isla de calor urbana. Sin embargo, la ampliación de las áreas verdes en climas áridos requerirá una gran cantidad de agua de riego, especialmente en estas condiciones desérticas. Por lo tanto, la expansión urbana en espacios desérticos y el consecuente deseo de aumentar la superficie de espacios verdes y azules representan un desafío importante para Egipto, particularmente en un contexto de escasez de agua. Por ello, es necesario planificar jardines, parques y cinturones verdes para reducir la isla de calor urbana en las zonas urbanas densamente pobladas.

S.K. Abd-Elmabod, M.A. Jiménez-González, A. Jordán, Z. Zhang, E.S. Mohamed, A.A. Hamman, A.A. El Baroudy, K. Abdel-Fattah, M.A. Abdelfattah, y L. Jones. Past and future impacts of urbanisation on land surface temperature in Greater Cairo over a 45 year period. The Egyptian Journal of Remote Sensing and Space Science (2022).

Pérdida de biodiversidad

Los espacios urbanos con suelos sellados reducen la presencia de vegetación y limitan los hábitats naturales de numerosas especies. La ausencia de suelos permeables disminuye la filtración de agua y la disponibilidad de nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, afectando la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas urbanos.

Implicaciones sociales y económicas

Riesgos para la seguridad y bienestar de la población

El aumento en la frecuencia e intensidad de las inundaciones urbanas debido al sellado del suelo pone en riesgo la seguridad de las comunidades. En particular, las zonas de menor poder adquisitivo suelen ser las más afectadas, ya que sus infraestructuras son menos resistentes a estos eventos. Además, la contaminación de cuerpos de agua afecta la salud pública, al facilitar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua.

Entraron ayer. Ayer vimos bomberos y policías, pero del resto, nadie. Nadie, nadie. La gente muerta por la calle. Eso es horrible. Empezamos a ver que subía el agua y subimos las escaleras hasta arriba y el agua llegó casi al primer piso. Imagínate tú.

ARTE Regards. España: ira tras las inundaciones (Antonia Schaefel, Spiegel TV/2DF/ARTE, 2024).

Impacto del encauzamiento con materiales impermeables

El encauzamiento de ríos y arroyos mediante materiales impermeables como el hormigón altera significativamente el régimen hídrico natural, aumentando el riesgo de inundaciones. Al eliminar la capacidad del cauce para infiltrar y retener agua, se incrementa la velocidad del flujo y se reduce el tiempo de concentración del caudal, lo que puede provocar crecidas súbitas aguas abajo. Además, la falta de interacción con las aguas subterráneas y la disminución de la rugosidad del lecho impiden la disipación natural de la energía del agua, intensificando la erosión y el transporte de sedimentos. 


Cauce artificial del Arroyo Chico en Villafranca de los Barros, Badajoz, con suelo seco cubierto de hojas y residuos. Barandillas delimitan el área y edificaciones rodean la escena. Al fondo, más construcciones y vehículos reflejan la integración del arroyo en el entorno urbano.
Cauce artificial del Arroyo Chico, en Villafranca de los Barros (Badajoz). Antonio Jordán/Imaggeo.


Como consecuencia, estas modificaciones pueden generar problemas tanto en periodos de lluvias intensas, con inundaciones más severas, como en épocas de sequía, al disminuir la recarga de acuíferos y afectar la disponibilidad hídrica en la cuenca.

Pensemos en la fotografía anterior del paso del Arroyo Chico por Villafranca de los Barros. El cauce está seco, el Arroyo Chico casi es el Arroyo Inexistente. Pero ya sabemos que en las zonas de clima mediterráneo los arroyos no fluyen todo el año. ¿Qué ocurrirá si llueve? El agua se moverá más rápido que de forma natural por el cauce de cemento, porque no hay un fondo natural ni orillas ni vegetación que la regulen. La corriente, más rápida de lo normal, será más erosiva al salir del cauce, dañando el ecosistema aguas abajo. Pero... ¿y si llueve mucho? Y con "mucho" quiero decir "mucho de verdad". Pues veamos la fotografía siguiente, por si nos da alguna pista.


Calle en Chiva, Valencia, gravemente afectada por la dana del 29 de octubre de 2024. Un gran socavón lleno de agua y barro domina la escena, con personas trabajando en la limpieza y reparación de los daños. Reflejo del impacto del desastre y la respuesta comunitaria.
Efectos de la dana del 29 de octubre de 2024 en Chiva, Valencia. Eldiario.es.


Hablé con muchas personas para saber si había más viviendas afectadas. Es mi forma de trabajar, hablar con la gente. Y me hablaron de esta granja y una persona me llevó muy amablemente hasta allí, donde conocí a una familia de agricultores que llevaba más de 24 horas sin parar de trabajar. Enseguida me propusieron entrar en la casa. Debo decir que cuando llegué, la madre hablaba con la aseguradora. El padre, por su parte, junto con un vecino, estaba bombeando agua en el patio de la granja. Rápidamente me ofrecieron equiparme, porque no iba muy bien preparado, llevaba unas botas, pero eran demasiado cortas. Después me animaron a entrar en la casa, porque ahí es donde se podía ver lo asolada que estaba.

Arnaud Finistre. El revés de las imágenes. Inundaciones: en la intimidad de la catástrofe (ARTE France, 2024).


Un agricultor observa el interior de su granja inundada en Aisy sur Armancon, Francia, tras las fuertes lluvias del 2 de abril de 2024. El agua cubre el suelo hasta la altura de sus rodillas, rodeando muebles y objetos personales. La escena refleja el impacto de las inundaciones en la vida rural.
Un agricultor observa el interior de su granja inundada en Aisy sur Armancon (Francia) debido a las fuertes lluvias el 2 de abril de 2024. Arnaud Finistre.
 

Desarrollo urbano insostenible

La expansión urbana descontrolada lleva a un aumento en la demanda de infraestructuras y servicios, lo que a su vez genera una mayor presión sobre los recursos naturales. En muchos casos, el crecimiento de las ciudades no responde a una planificación adecuada, lo que agrava los problemas ambientales y reduce la calidad de vida de la población.

Estrategias hacia un modelo más sostenible

Soluciones basadas en la naturaleza

Una de las estrategias más efectivas para reducir el impacto del sellado del suelo es la incorporación de soluciones basadas en la naturaleza. Estas incluyen la creación de parques urbanos, techos y paredes verdes, jardines de lluvia y superficies permeables que permitan la infiltración del agua y mejoren la regulación del microclima urbano.


Vista aérea de la Isla de la Cartuja en Sevilla, con zonas verdes y edificios modernos. Al fondo, el núcleo urbano de la ciudad, separado por el Río Guadalquivir. Puentes conectan ambas zonas, reflejando la relación entre naturaleza y desarrollo urbano
Zonas verdes en la Isla de la Cartuja frente al núcleo urbano de Sevilla, separados por el Río Guadalquivir. Antonio Jordán/Imaggeo.


Las zonas verdes urbanas son esenciales para el bienestar de los habitantes de las ciudades y la salud del medio ambiente. Estas áreas funcionan como espacios de recreo donde las personas pueden relajarse, hacer ejercicio y conectar con la naturaleza, ofreciendo un refugio del ritmo acelerado de la vida urbana. 

Alfonso X, el Sabio, daba mucha importancia a esto del recrearse y el relajarse en espacios verdes:

De buen aire y de salidas debe ser la villa donde quieran establecer el estudio, porque los maestros que muestran los saberes y los escolares que los aprenden vivan sanos, y en él puedan holgar y recibir placer a la tarde cuando se levantaren cansados del estudio; y otrosí debe ser abundada de pan y de vino, y de buenas posadas en que puedan morar y pasar su tiempo sin gran costa.

Alfonso X. Las Siete Partidas. Partida II, Tïtulo 31, Ley 2 (hacia 1265).

Además, las zonas verdes ayudan a regular la temperatura al mitigar el efecto isla de calor urbano, proporcionar sombra y aumentar los niveles de humedad.

Más allá de sus beneficios para la salud y el confort humano, los espacios verdes urbanos desempeñan un papel crucial en el apoyo a la biodiversidad. Parques, jardines y riberas de ríos sirven como hábitats para diversas especies de aves, insectos y pequeños mamíferos, contribuyendo al equilibrio ecológico de las ciudades. Además, los árboles y la vegetación mejoran la calidad del aire al filtrar contaminantes y producir oxígeno.

Socialmente, las zonas verdes fomentan la interacción y la cohesión comunitaria, ofreciendo espacios para eventos culturales, deportes y reuniones. También mejoran el atractivo estético del paisaje urbano, haciendo que las ciudades sean más agradables y habitables. Asimismo, diversos estudios han demostrado que el acceso a la naturaleza reduce el estrés, mejora la salud mental y aumenta la satisfacción con la vida en general.

Cuando observo el Pekín de la actualidad veo una ciudad que no reconozco. Es un Pekín nuevo, pero no estoy seguro de si me gusta. Cuando era pequeño, mi familia solía salir a pasear después de cenar, sobre todo en verano, y nos encontrábamos con gente, amigos y familiares. Nos parábamos a saludarlos. Esa clase de sensación de vivir en una ciudad ha desaparecido. Ya no existe. En los últimos 30 años, las ciudades se han concebido y diseñado para formar parte del desarrollo económico, que no está mal, pero creo que la calidad de vida se estaba ignorando hasta hace poco. No es adecuada, no es cómoda. Estos errores no deberían haberse cometido aunque tengas que construir una ciudad a toda velocidad.

Yun Ho Chang, arquitecto. Urbanized (Gary Hustwit, 2011)

A medida que las ciudades continúan creciendo, la integración y preservación de las zonas verdes debe ser una prioridad en la planificación urbana. El desarrollo sostenible debe equilibrar la expansión de la infraestructura con la conservación del medio ambiente para crear entornos urbanos más saludables y armoniosos para las generaciones presentes y futuras.

Se tenía que haber invertido en la simple actualización de presas y que determinado tipo de soluciones ecológicas son absolutamente necesarias en paralelo también. Por ejemplo, la reforestación de la parte alta de las cuencas. Hay muchísimas zonas que, debido a los incendios, retienen menos el agua, que acaba llegando abajo.

Eugenio Pellicer (Universidad Poliécnica de Valencia) en Reconstruir Valencia tras las inundaciones (Marie Bolinches, ARTE Journal, 2025).

Planificación urbana sostenible

Es fundamental que las ciudades adopten modelos de planificación urbana que prioricen la conservación del suelo y la gestión eficiente de los recursos hídricos. Esto implica la implementación de normativas que limiten la impermeabilización del suelo y fomenten el uso de materiales permeables en la construcción de nuevas infraestructuras.


Piscina autolimpiante en instalación en la estación de tren de King's Cross, Londres. Rodeada por caminos y áreas verdes, con personas observando el proceso. Al fondo, edificios y grúas resaltan el entorno urbano en transformación
Reingeniería de la naturaleza: instalación de piscina autolimpiante en la estación de tren de King's Cross (Londres, Reino Unido). Mike Smith/Imaggeo.

En el momento actual, lo primero que hay que comprender para llevar a cabo la planificación de una ciudad es que la ciudad tiene límites:

La ciudad tiene límites. En las últimas décadas, se ha hablado de concepto de saturación referido a la explotación de recursos naturales: energía, materias primas e incluso la propia capacidad del planeta. Estamos llegando al límite. Hay que realizar una transición. Desde hace años, las empresas lo tienen bastante claro y los movimientos dentro del sector de energías renovables ocupan un amplio espacio dentro de las páginas de la información económica. De hecho, la industria financiera ha creado un potente sector verde que sirve para que las empresas cumplan los acuerdos. Todo se debe valorizar, monetizar y privatizar. En una ocasión, me preguntaron si pensaba que, en España, había sitio para un partido ecologista. "Quizá respondí ese espacio ya está ocupado por las empresas energéticas y la política llega tarde".

La confianza en que la transición energética nos lleve a un mundo más justo se parece a la que había con internet: descentralización, desintermediación, transparencia o democracia directa. Al final, las plataformas de acumulación de oferta son las que más han aprovechado el sistema porque las tecnologías no cambian los modelos económicos, sino que se adaptan a ellos. Hemos cambiados un Monopoly analógico por otro digital.

Sucede lo mismo con la ciudad. Existe la sensación de que se ha llegado al límite. El espacio urbano puede desconectarse para hacerse más accesible o puede haber un repliegue, un proceso de aceleración de las prácticas acumulativas, como ocurre en la energía o sucedió con la red. Pueden regresar las luchas por el espacio que, en otros siglos, estaban vinculadas a la tierra productiva, un lugar al que prestamos poca atención a pesar de que lo necesitamos. Las ciudades siempre dependen del territorio y hay que tener cuidado con los conflictos. Los problemas de abastecimiento o el precio de la vivienda fueron factores que causaron la decadencia de las ciudades romanas, lo mismo que la conflictividad. Los "sin vivienda" pueden ser los "sin tierra" del siglo XXI. Si no hay un modelo claro de ciudad más allá de las actuaciones concretas, el neoliberalismo siempre tiene una respuesta: convertir en mercancía. Para qué hacer una ciudad nueva cuando se puede privatizar la que ya existe y, con ella, los símbolos del poder. No se puede gestionar un modelo que impone sus normas. Como sostenía Sánchez Ferlosio, mientras no cambien los dioses, nada habrá cambiado. 

Jorge Dioni López. El malestar de las ciudades (2023).

Educación y concienciación ciudadana

La participación ciudadana es clave para promover cambios en el modelo de urbanización. Las campañas de educación ambiental pueden ayudar a sensibilizar a la población sobre la importancia de mantener suelos permeables y fomentar el uso sostenible del agua.

El problema de la vivienda es viejo en Madrid. En Orcasitas la gente moría porque las ambulancias no llegaban a su destino, encalladas en el ubicuo barrizal. Había quien, viendo la oportunidad de negocio, alquilaba botas de goma para que los vecinos pudiesen ir de casa a la parada del autobús sin mancharse los zapatos de barro. Un potente movimiento vecinal, comandado en este barrio por el histórico activista Félix López Rey, consiguió que les construyeran un barrio como Dios manda, con asfalto, con agua y con luz, para dejar de vivir en el medievo. Antes tenían que ir a ducharse a los baños públicos de la Glorieta de Embajadores, a un buen trecho, ya en el centro. Consiguieron, además, que el barrio se diseñara de forma participativa, y eso fue hace décadas, aunque lo participativo nos parezca ahora la última modernidad.

Sergio Fanjul. La ciudad infinita (2019).

La participación ciudadana es esencial para promover cambios en el modelo de urbanización hacia una mayor sostenibilidad. En Sevilla, donde yo vivo, la participación ciudadana es un asunto que se toma con mucho interés de vez en cuando por el ayuntamiento, pero siempre por los ciudadanos. El Parque del Tamarguillo, el barrio de Torreblanca, la Alameda de Hércules o el Cortijo de Cuarto son algunos de los ejemplos de los resultados de la movilización vecinal en la ciudad.

  • En el distrito Este-Alcosa-Torreblanca, los vecinos estaban, por alguna razón, empeñados en recuperar una zona degradada por escombros y vertederos ilegales. Esa movilización vecinal (agrupada como Movida Pro-Parque del Tamarguillo) impulsó en 1997 el Plan Especial del Parque a instancias del grupo político IU-Los Verdes del Ayuntamiento de Sevilla. Finalmente, junto al apoyo de fondos europeos FEDER, logró la restauración ambiental del área, permitiendo la realización de actividades comunitarias como conciertos, huertos urbanos y talleres educativos en lo que ha venido a ser hoy el Parque del Tamarguillo. Este parque se ha convertido en un espacio clave para la comunidad, promoviendo la sostenibilidad y la cohesión social. 
  • Más recientemente, en el barrio de Torreblanca se implementó el proyecto ARTE CUENTO, en colaboración con profesores, alumnos y vecinos. Con el objetivo de mejorar el entorno del barrio, las acciones incluyeron la limpieza y mantenimiento de calles, creación y cuidado de áreas verdes, renovación de fachadas y promoción del sentido de comunidad. 

Este proyecto de mejora se ha implementado incluso en barrios con mayores desafíos, por ejemplo en ciudades como Medellín (Colombia), donde se han logrado grandes cambios y se han transformado áreas marginales en espacios vibrantes y seguros. Tanto puede llegar a cambiar a sus habitantes que, según Laura, "estudios muestran que mejorar el entorno puede influir en el comportamiento de las personas. Un entorno positivo puede reducir la criminalidad y fomentar el respeto mutuo". 

 Radio Sevilla (2024).

  • En noviembre de 2024, alrededor de 200 sevillanos se congregaron en un solar cercano a la Alameda de Hércules para exigir al Ayuntamiento que mantuviera el plan de convertir dicho espacio en un parque urbano. La protesta surgió ante la posibilidad de que el terreno fuera vendido para otros fines, lo que generó descontento entre vecinos y activistas. Esta movilización ciudadana subraya la importancia de los espacios verdes en entornos urbanos y la influencia de la participación comunitaria en las decisiones de planificación urbana. 
  • Como último ejemplo y más reciente aun, en enero de 2025 la Diputación de Sevilla lanzó el proyecto "Barrio de Quarto" para el desarrollo urbanístico del Cortijo de Cuarto, situado al sur de la ciudad. Este plan, que enfatiza la participación ciudadana, busca transformar la zona mediante un modelo sostenible que preserve el 50% del terreno como espacio natural y patrimonial. La acción incluye la construcción de viviendas públicas, equipamientos locales y un parque tecnológico centrado en la agricultura ecológica y la biodiversidad, demostrando cómo la colaboración entre instituciones y ciudadanos puede conducir a desarrollos urbanos más sostenibles. 

¿Qué hemos aprendido?

El sellado del suelo en entornos urbanos representa un desafío ambiental y social de gran magnitud. Sus efectos sobre el ciclo hidrológico incluyen la reducción de la recarga de acuíferos, el aumento de la escorrentía y la contaminación de cuerpos de agua, lo que impacta negativamente en la seguridad hídrica y la calidad de vida de la población. La implementación de estrategias sostenibles, como soluciones basadas en la naturaleza y una mejor planificación urbana, es crucial para mitigar estos impactos y garantizar un desarrollo urbano equilibrado y resiliente.


Alcorque roto en la Plaza de Cuba de Sevilla debido al crecimiento de una encina. Las raíces han levantado el pavimento, generando una fractura visible en el suelo. Al fondo, personas y vehículos en un entorno urbano. Reflejo del impacto del crecimiento de los árboles en el espacio urbano.
Alcorque roto por el crecimiento de una encina en la Plaza de Cuba de Sevilla. Las encinas fueron plantadas durante la década de 1970 en ese lugar, y alguien debió pensar que un alcorque con medio palmo de espacio era una buena idea para un árbol de más de medio siglo de edad. Antonio Jordán.


Como colofón, me gustaría citar el párrafo final del cuento "El designio casual", de José María Merino, que debería figurar como ejemplo de la lucha entre ciencia y política:

Lo cierto es que la ponencia no ha sido bien recibida, y que en el coloquio hubo una violenta controversia, hasta el punto de que el profesor Brume fue considerado un demagogo apocalíptico.

Según se acordó tras el debate, en que las tesis del profesor Brume tuvieron apoyo en una minoría poco significativa:

1. Las estadísticas demuestran la mejoría mundial con las lógicas diferencias determinadas por los distintos espacios territoriales y su respectiva tradición de progreso en todos los aspectos referentes a la sanidad, la alimentación, la educación, etcétera.

2. ¿Cómo se puede dudar de que el mundo, con todos los problemas que sin duda tiene, es cada vez más democrático y confortable?

3. ¿Es que leían más los jóvenes cuando no existían sino los libros? ¿Es que la cultura era un alimento gustoso para la mayoría? ¿Es que las humanidades tenían verdadero valor social?

4. ¿Cómo se puede dudar de que, sin perder de vista problemas como la contaminación, contra la que hay una voluntad generalizada de luchar, estamos en el mejor momento que hasta ahora ha tenido la humanidad?

Alguien dijo y casi nadie protestó: "Solo desde la paranoia es posible formular tan oscuros vaticinios, y atribuir a maquiavélicos proyectos lo que es resultado natural de disfunciones y desequilibrios imprevisibles...".

Lo que comunico a la oficina central para satisfacción de todos. Parece que la opinión pública sigue sin descubrir nuestro magistral proyecto. Estamos ganando.

¡Resistir es vencer!

¡ARRIBA EL NUEVO IMPERIO!

José María Merino. Noticias del Antropoceno (2021).

 Preguntas para pensar un poco

¿Qué ves si miras por tu ventana?

¿Qué materiales impermeabilizan el suelo en tu entorno?

¿Cómo afecta el sellado del suelo a la recarga de acuíferos?

¿Por qué las ciudades sufren más inundaciones que las zonas rurales?

¿Cómo afecta la escorrentía urbana a los ríos y lagos?

¿Cómo contribuye el sellado del suelo al efecto "isla de calor"?

¿Cómo podrían reducirse los efectos del suelo impermeabilizado?

¿Qué puedes hacer para ayudar a reducir la impermeabilización del suelo?

¿Dónde pueden observarse las consecuencias del sellado del suelo en la ciudad? ¿Sólo en la ciudad?

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