Los comienzos de la ciencia del suelo en el Mediterráneo oriental: Israel

Desde los tiempos de Moisés, la tierra ha sido mucho más que sustento para los antiguos hebreos: fue símbolo de promesa, poder divino y orden social. Este artículo explora la relación entre religión, agricultura y territorio en la tradición hebrea, abordando cómo las prácticas de cultivo, la dependencia climática y la institución del barbecho reflejaban una visión teológica del suelo como recurso sagrado. Desde las uvas de Canaán hasta el año sabático, la fertilidad del suelo estaba tan unida a la obediencia divina como a las lluvias estacionales.


 Antonio Jordán López

Tierra, religión y barbecho: la visión agrícola de los antiguos hebreos

Moisés: haciendo amigos en Palestina

Aproximadamente en el 1400 a.e.c., Dios, por medio de su ministro portavoz, ya aconsejaba a los hebreos sobre fertilidad del suelo y cómo robar adecuadamente a los pobladores de Canaán (el territorio que comprende a los actuales Israel y Palestina).

Moisés los envió a explorar el país de Canaán, diciéndoles: subid por este desierto hasta llegar a la montaña. Observad cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos; cómo es la tierra, buena o mala; cómo son las ciudades que habitan, de tiendas o amuralladas; cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella. Sed valientes y traednos frutos del país –era la estación en que maduran las primeras uvas–.

Números, 13:17-20.

Desde entonces, lo de robar a los Palestinos ha ido a más. Si usted cree que esto es antisemitismo o que este que escribe apoya en algún modo a la locura que es el terrorismo de Hamás, pulse aquí.

La agricultura en la sociedad hebrea

En la época de Charlton Heston, la agricultura desempeñaba un papel fundamental en la sociedad hebrea. Los hebreos eran un pueblo agrícola que dependía en gran medida de la tierra para su subsistencia. Siguiendo las tradiciones agrícolas de la región del Cercano Oriente, cultivaban una variedad amplia de especies en las fértiles tierras que habitaban. Los hebreos practicaban la agricultura de secano y dependían en gran medida de las lluvias para el riego de sus cultivos. Cultivaban cereales (como trigo, cebada y mijo) y legumbres (como lentejas y garbanzos). También cultivaban viñas para la producción de uvas y olivos para obtener aceite de oliva, productos esenciales en su dieta y economía.


Moisés, con una túnica roja y un bastón levantado, se encuentra en un acantilado frente al Mar Rojo, que se está abriendo en dos bajo un cielo oscuro y tormentoso. A su alrededor, un grupo de personas observa el milagro con asombro.
Charlton Heston abriendo el Mar Rojo, camino de unas largas vacaciones. Fotograma de Los Diez Mandamientos (Cecil B. DeMille, 1956).


Cabe destacar que esta dependencia climática influía no solo en las prácticas agrícolas, sino también en la cosmovisión hebrea, que vinculaba los ciclos productivos con el favor divino. En los textos bíblicos abundan las metáforas agrícolas como símbolo de prosperidad, castigo o renovación espiritual. Hay varios ejemplos, pero baste este:

Una viña arrasada es Israel, el fruto es como ella. Por la abundancia de sus frutos, multiplicó sus altares. Cuanto más rica era su tierra, más adornaban sus estelas. Su corazón es inconstante, así pues pagarán. Él mismo hará pedazos sus altares, demolerá sus estelas. Entonces dirán: no tenemos rey porque no tuvimos temor del Señor…, y el rey ¿qué haría por nosotros? Pronunciar discursos, jurar en vano, establecer pactos…, y entre tanto, florecen los procesos como hierba venenosa en los surcos de los campos.

Oseas, 10:1-4.


Olivos centenarios en el huerto de Getsemaní, Jerusalén, con un camino de grava y vegetación diversa en un entorno histórico y sagrado.
Olivos en el huerto de Getsemaní (Jerusalén). Benjamín Núñez González/Wikimedia Commons.
 

El olivo se cultivó por primera vez alrededor del año 5000 a.C., o incluso antes, en la costa del Carmelo del antiguo Israel. Aquí se han excavado sencillas prensas de aceitunas en el yacimiento neolítico de Kfar Samir. El éxito de la industria está atestiguado por los registros de las exportaciones de aceite de oliva a Grecia y Egipto durante todo el tercer milenio a.C. Grecia comenzó a producir sus propias aceitunas en la Creta minoica y en Chipre a finales de la Edad de Bronce y, posteriormente, en el continente.

Mark Cartwright. El olivo en el antiguo Mediterráneo. World History Encyclopedia (09/09/2016).

La relación entre la agricultura del antiguo Israel y los ciclos naturales

Como en otros casos, la cultura hebrea estaba fuertemente vinculada a las estaciones y ciclos naturales por medio de fiestas y ritos, algunos de los cuales aún conservamos los herederos de la cristiandad. Muchas festividades y ceremonias estaban asociadas con la cosecha, agradeciendo a Dios por los frutos de la tierra y reconociendo su papel como proveedor de alimentos y sustento. Los agricultores sembraban durante la temporada de lluvias. La tierra debía descansar durante el año sabático, un principio establecido en la ley hebrea, que en realidad no era más que una forma de barbecho.

Etimológicamente la palabra “barbecho” proviene del latín vervactum (ver: primavera-verano y actum: participio del verbo agere), que significa "acto hecho para la primavera-verano" . Este término corresponde al término inglés fallow y al término francés jachère. Otros sistemas similares son el openfield en Europa, que funcionó en épocas pasadas hasta el siglo XVIII y las técnicas de rotación o de intercambio de trabajo que se designan en una porción del territorio ya sea manejada comunalmente o por sectores en América, con varios nombres según el idioma y la región.

En el ámbito de la agricultura, el concepto de barbecho se usa para indicar un período de descanso entre cultivos ligado con la reconstitución del suelo, a fin de prepararlo para la siembra, de modo que no se considera como un momento de pasividad sino más bien una etapa esencial de activo fortalecimiento del cual depende la cosecha próxima. Por lo tanto, es un estado temporal del suelo sin cultivos, nominalmente sin ser un sinónimo de “rotación de cultivos”, sino más bien de tierras cultivables no cultivadas, a diferencia de tierras baldías que están totalmente abandonadas y de las que no se pueden cultivar. Durante el período de barbecho, grandes cantidades de nutrientes son almacenados en la biomasa de la vegetación sucesional y luego liberados, cuando la tierra está siendo preparada para el nuevo ciclo de siembras. Un valor agregado es que la práctica de barbecho presenta la tendencia de aumentar la diversidad de especies vegetales a medida que se incrementa su edad; también da paso al ciclo de nutrientes. Al ser colonizada la parcela por la vegetación secundaria permite el mantenimiento de la humedad en el suelo y reduce la exposición a plagas.

Laura S. Licona y Luis H. Estupiñán (2017). Barbecho como práctica cultural: una revisión histórica y alcances frente a la sostenibilidad. Revista Luna Azul 49:21-37.


Campo de barbecho en Valladolid bajo cielo nublado, con surcos visibles en la tierra y jóvenes árboles al borde izquierdo. Las nubes oscuras contrastan dramáticamente con el paisaje agrícola.
El barbecho sigue siendo una técnica utilizada en la actualidad para la recuperación de la fertilidad del suelo. Tierras en barbecho en Alaejos, Valladolid. Alfredo Miguel Romero/Flickr.


Algunos estudios comparativos encuentran paralelismos entre el barbecho hebreo y los sistemas tradicionales de origen prehispánico de manejo de la tierra, como el ayni, en Bolivia, Ecuador o Perú, o la minka, en Los Andes y Chile, donde el principio de reciprocidad define tanto el trabajo como la propiedad del suelo.

Resumen

  1. Los hebreos fueron un pueblo agrícola profundamente dependiente del clima.
  2. La tierra era considerada don divino y símbolo de prosperidad o castigo.
  3. Las lluvias y la fertilidad estaban ligadas al favor de Dios.
  4. El barbecho tenía un valor espiritual y ecológico: el año sabático.
  5. Moisés ya instruía sobre la observación del suelo y la vegetación.
  6. El olivo fue uno de los cultivos más antiguos y simbólicos del Mediterráneo.
  7. Los textos bíblicos reflejan una cosmovisión agrícola y moral del suelo.
  8. El barbecho promovía la regeneración de nutrientes y la biodiversidad.
  9. Las prácticas agrícolas hebreas se relacionan con sistemas comunales prehispánicos.
  10. El manejo del suelo fue una forma temprana de sostenibilidad cultural y espiritual.


Preguntas para pensar un poco

¿Qué cultivos eran comunes entre los hebreos?

¿Qué es el año sabático en la agricultura hebrea?

¿Por qué la tierra era un elemento sagrado para los antiguos hebreos?

¿Qué papel jugaba el barbecho en la agricultura bíblica?

¿Cómo relacionaban los hebreos el clima con la voluntad divina?

¿Qué simbolismo tenían el olivo y la viña en la Biblia?

¿En qué se parece el año sabático a la rotación de cultivos moderna?

¿Cómo se reflejan los ciclos agrícolas en los textos sagrados?

¿Por qué el barbecho se considera una práctica ecológica?

¿Qué paralelos existen entre el barbecho hebreo y el ayni andino?

¿Podría interpretarse la Biblia como un tratado de agroecología primitiva?

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