El coche, el capitalismo y los adjetivos molones
El coche, aunque inicialmente concebido como un avance tecnológico para facilitar la movilidad, se ha convertido en un símbolo y motor del capitalismo que influye decisivamente en el diseño urbano y el estilo de vida contemporáneo. La mayoría de las personas posee uno o más vehículos, pese a una conciencia ambiental creciente que no siempre se traduce en cambios sustanciales. El capitalismo utiliza el "ecologismo" para abrir nuevos mercados a través del greenwashing , manteniendo el protagonismo del coche incluso en sus versiones "ecológicas". Esto ha generado ciudades diseñadas para priorizar el automóvil, lo que afecta la calidad de vida y el medio ambiente. Aunque existen alternativas como el transporte público o la movilidad activa, su desarrollo se ve limitado por la infraestructura y los intereses económicos, planteando la necesidad urgente de repensar el urbanismo y la movilidad hacia modelos más sostenibles y humanos.