Previamente hemos hablado del nacimiento de la Ciencia del Suelo y, en concreto, del conocimiento aplicado del suelo a la agricultura en Mesopotamia. De forma paralela, en China y Japón, la agricultura surgió hace milenios como eje central de la cultura, la sociedad y la tecnología. En China, se domesticaron especies como el arroz y el mijo desde hace más de 10000 años, desarrollándose técnicas avanzadas de irrigación, clasificación de suelos y control de la erosión. Japón, influido por China, adaptó estas prácticas a sus limitadas tierras fértiles mediante el uso de terrazas, fertilizantes naturales y rotación de cultivos. Ambos países integraron el conocimiento agronómico con sistemas sociales y espirituales, mientras que pensadores como Masanobu Fukuoka en Japón reformularon la agricultura moderna desde una mirada más natural y sostenible. La historia agrícola del Lejano Oriente revela una profunda comprensión de los suelos, el clima y la gestión del paisaje.
◼ Antonio Jordán López
El Lejano Oriente: del Dujiangyan a Fukuoka
China: ingeniería y especialización
En lo que hoy es China, la agricultura se remonta al final del Paleolítico, cuando cazadores-recolectores comenzaron a cosechar especies entonces silvestres, como arroz o mijo hace unos veinte mil años. La agricultura china se centró principalmente en el cultivo de granos como arroz, trigo, mijo y cebada.
Estos cultivos se adaptaron a diferentes regiones climáticas, lo que permitió una producción agrícola diversificada en todo el territorio. La recolección de mijo comenzó hace entre 8000 y 9000 años, y ya era masiva en ciertos lugares de la actual China hace unos 3000 años.
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La agricultora Yan Feng Qing cosecha mijo en la aldea de Jiang Xing Zhuang (China). Jim Richardson/Flickr. |
Como el cultivo del mijo no requiere un gran manejo del suelo, no hay demasiados restos arqueológicos que lo atestigüen, pero sí evidencias de restos de plantas domesticadas.
El el caso del arroz, su cultivo en China está documentado desde hace casi 10000 años, y existen evidencias de su importancia en ciertas sociedades, como la cultura Majiabang, grupo neolítico que ocupaba el Delta del Yangtsé hace entre 5000 y 7000 años.
Innovación tecnológica que perdura
Los agricultores chinos desarrollaron sistemas avanzados de irrigación, incluyendo canales y embalses, para maximizar el rendimiento de los cultivos, especialmente en las fértiles llanuras de inundación de los ríos Amarillo y Yangtsé. Los antiguos pobladores de China usaban sembradoras, útiles metálicos y animales de carga hace más de 2500 años y contaban con ingenieros capaces de desarrollar complejos sistemas de irrigación durante los siglos VI y V a.e.c. Algunos de los sistemas desarrollados en esos siglos aún se utilizan hoy, como el Dujiangyan sobre el Río Min, en la provincia de Sichuan.
Durante los siglos siguientes, los chinos aplicaron la metalurgia al desarrollo agrícola, la bomba hidráulica y sistemas de canales de riego.
Aun así, la vida en el campo era siempre dura. En la obra Sueño en el Pabellón Rojo, que para los chinos es como el Quijote para los españoles, se habla sobre esto:
Se fueron a vivir al campo, pero en años anteriores las cosechas se habían malogrado a causa de las inundaciones y la sequía, los bandidos bullían por la región apoderándose de los arrozales sin dar respiro a la población, y las expediciones punitivas de las tropas del gobierno no hacían sino empeorar las cosas. Ante la imposibilidad de vivir allí, Shiyin se vio obligado a vender su tierra y acudir con su esposa y dos sirvientas a ponerse bajo la protección de su suegro Feng Su.
Cao Xueqin. Sueño en el Pabellón Rojo (siglo XVIII).
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Imagen realizada con tinta china y color sobre seda, que muestra el cultivo del arroz en China (Dinastía Yuan, siglos XIII y XIV; dominio público). |
Edafología aplicada y agronomía en la antigua China
En cuanto al desarrollo de la Ciencia del Suelo en sí, los chinos comprendieron la relación entre el tipo de suelo y su productividad agrícola desde épocas muy tempranas. El primer sistema chino de clasificación de suelos tiene unos 6000 años de antigüedad, y estaba basado en propiedades como la fertilidad, el color o la textura, entre otras. Hace 2000 años, ya sabían mejorar la fertilidad del suelo.
Por ejemplo: durante la dinastía Han (206 - 220) se aplicaban diferentes prácticas agrícolas para el manejo de la fertilidad del suelo. Algunas de estas prácticas se compendiaron más tarde en tratados o manuales como el Chhi Min Yao Shu, completado a mediados del siglo VI. No he encontrado muchas referencias asequibles a nivel divulgativo del tratado en español (en Wikipedia existe esta entrada en inglés, que puede consultarse traducida por Google aquí).
El Chhi Min Yao Shu es un libro extenso, de más de cien mil caracteres, que cita más de 160 obras, a veces con una extensión considerable. Nuestras versiones actuales de Fan Sheng-Chih Shu y Ssu Min Yüch Ling se basan casi exclusivamente en pasajes citados en Chhi Min Yao Shu, y las secciones sobre tecnología cervecera y culinaria conservan in extenso varios tratados anteriores a Sui que, de otro modo, desconoceríamos. La última sección, sobre productos exóticos, la mayoría originarios del sur de China o Vietnam, también ofrece numerosas citas valiosas de floras tempranas. Casi la mitad del libro consiste en citas, pero la mayor parte del texto es de puño y letra del propio Chia Ssu-Hsieh. Se sabe poco sobre el autor, salvo que se desempeñó como funcionario de rango medio; sin embargo, se suele asumir que su experiencia agrícola se basó en las condiciones de la zona de Shantung. La obra describe con considerable detalle los detalles prácticos de la gestión de una finca agrícola, el cultivo de cultivos tanto de subsistencia como comerciales y la dirección de diversas manufacturas domésticas y preparaciones culinarias.
Francesca Bray. Science and Civilisation in China. Volume 8: Biology and Biological Technology. Part II: Agriculture. Cambridge University Press (1984).
Algunas de estas prácticas eran el uso de estiércol animal (de cerdo, vaca y aves) como abono orgánico, así como residuos domésticos y de la cocina. Del mismo modo, se recogían excrementos humanos de letrinas públicas o privadas que, diluídos en agua, se conocían como "noche líquida" (yè xiāng, literalmente "tierra de la noche" o "fragancia nocturna") para fertilizar las huertas cercanas a las viviendas.
También se practicaba la rotación de cultivos para evitar el agotamiento de los nutrientes del suelo. Por ejemplo, alternando el cultivo de cereales como el mijo, el trigo y el arroz, p leguminosas como la soja, que fijan nitrógeno atmosférico en el suelo. Además de la rotación de cultivos, se usaba el cultivo intercalado, combinando diferentes especies en un mismo campo para optimizar el uso del suelo y reducir plagas y enfermedades. Esto contribuía a mantener el equilibrio de nutrientes y a reducir la fatiga del suelo.
De modo empírico, aunque no con un conocimiento científico como el actual, se aprendió que las cenizas de la madera quemada (ricas en potasio) o los sedimentos que dejaban las crecidas de los ríos podían enriquecer los suelos pobres en nutrientes.
Ya en nuestra era, el Emperador Ming ordenó que todas las tierras se dividieran según su ubicación y suelos en 1387, y se realizaron estudios de tierras que incluían información sobre los suelos para grandes partes del país. Conscientes de los problemas que causaba la erosión, hace unos 3000 años que comenzaron a aplicar aterrazamientos, cultivo en curvas de nivel y otros sistemas de control de la pérdida de suelo.
La significación de la agricultura en la sociedad china antigua
La agricultura ocupaba un lugar central en la sociedad china antigua y estaba estrechamente ligada a la estructura social y cultural. Las festividades agrícolas y los rituales de agradecimiento por las cosechas eran prácticas comunes que reflejaban la importancia cultural de la agricultura.
En el sacrificio ga, el principal objeto de contemplación era el Padre de la Agricultura. También se presentaban ofrendas a los antiguos superintendentes de la agricultura, así como a los descubridores de los varios granos, para expresar gracias por las cosechas que habían sido recolectadas.
Se presentaban ofrendas también a los representantes de los antiguos inventores de los supervisores de los campesinos, y de los edificios que marcaban los límites de los campos, así como de los pájaros y de las bestias. El servicio demostraba los más altos sentimientos de benevolencia y rectitud.
Dai Die y Dai Sheng. Libro de los Ritos. (comienzos del siglo III).
A pesar de todo esto, aun hay indocumentados que creen que China no ha inventado nada. Y, claro, si juntas a un indocumentado (👽) con una cuenta en una red social loca como X (antes Twitter 😅), pasa esto:
Japón: la revolución de una brizna de paja
Los japoneses siempre fueron más listos que este señor, así que se fijaron en los descubrimientos y la ingeniería china. Para Japón, la influencia de los avances chinos fue muy importante en la antigüedad. El principal problema japonés para el cultivo es la escasez de suelo fértil, lo que condujo al desarrollo de técnicas de mejora y mantenimiento de la fertilidad del suelo, como el uso de estiércol, abonos verdes, el cultivo de leguminosas (que enriquecen el suelo en nitrógeno) y la rotación de cultivos (que permite la renovación de los nutrientes. Como el relieve japonés es montañoso, comenzaron a utilizarse terrazas en pendientes pronunciadas. Cuando la fertilidad del suelo era muy baja, se llegaron a formar sustratos de suelo artificial.
El nacimiento de la agricultura en Japón
En Japón, la historia de la agricultura se remonta a la prehistoria, con el cultivo del mijo y otras especies. Durante el periodo Jomon (14500 - 300 a.e.c.), el mijo y otras hierbas comestibles eran la base de la alimentación. Hace algo menos de 8000 años ya se practicaba una agricultura de tala y quema, mientras que las primeras zonas agrícolas estables comenzaron a aparecer hace unos 6000 años.
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Modelo de agricultura de tala y quema. |
El cultivo del arroz adquiere importancia
El arroz se introdujo durante el periodo Yayoi (300 - 250 a.e.c.), lo que hizo más fácil, entre otras cosas, el asentamiento estable de poblaciones humanas (sedentarismo). A lo largo de los siglos, el cultivo del arroz, cereales y hortalizas permitireron que la agricultura se convirtiese en un pilar fundamental de la economía y la sociedad japonesas.
El alimento básico más importante, con diferencia, era el arroz. Hay indicios de la existencia de arroz en Japón en torno a 1250 a.C., introducido en el país por los migrantes procedentes del Asia continental a finales del periodo Jomon, pero lo más probable es que no se empezara a cultivar hasta en torno a 800 a.C. Los primeros indicios del cultivo de arroz en campos húmedos datan de en torno a 600 a.C., cuando se introdujo la técnica, de nuevo de manos de migrantes asiáticos, durante la transición del periodo Jomon al período Yayoi. Los primeros arrozales aparecieron en el suroeste y se fueron expandiendo hacia el norte. Los inmigrantes yayoi también trajeron judías azuki, soja, trigo y, procedente de China, lo que se ha convertido en el plato japonés por excelencia, el sushi.
Mark Cartwright. La comida y la agricultura en el Antiguo Japón. Worldhistory.org (2017).
Los agricultores japoneses aprenden de los demás
La agricultura en Japón evolucionó lentamente, con mejoras notables a partir del periodo Kofun (250–538) gracias a las herramientas de hierro y técnicas coreanas. Pero aun en el periodo Nara (710–794), la agricultura era ineficiente, con herramientas rudimentarias, escaso regadío y frecuentes hambrunas. El estado ofrecía préstamos de semillas en el siglo IX, pero con intereses altos. Solo en el periodo Kamakura (1185–1392) se introdujeron avances como el doble cultivo (cosecha de dos cultivos sucesivos en el mismo campo durante el mismo año), semillas mejoradas y fertilizantes.
Ante la inseguridad agrícola, muchos campesinos optaban por trabajar en fincas aristocráticas (dentro de los shōen), que contaban con sistemas de riego. Los pequeños agricultores independientes dependían de la lluvia y cultivaban principalmente mijo, cáñamo, cebada, trigo y trigo sarraceno. El arroz, cuyo cultivo se encontraba limitado por la necesidad de riego, se destinaba al pago de impuestos. En esta época, también se cultivaba morera para la producción de fibra de seda.
La relación de los agricultores con la naturaleza en el antiguo Japón
En parte, la historia agrícola de Japón está bañada en una relación especial con la naturaleza. Como en todos sitios, una relación que para los agricultores no era la misma que para los cortesanos:
Aunque el resplandeciente mundo de Genji pueda inducirnos a pensar otra cosa, los cortesanos no eran las únicas personas que observaban el entorno natural en busca de significado. Los primeros granjeros también habían reparado en él, aunque lo consideraban a través del prisma del trabajo: ciclos de crecimiento, el rico suelo en sus manos, los canales de riego que cavaban, insectos y plagas, el tiempo al que se enfrentaban y las cosechas que recogían y trillaban. En el descubrimiento de la naturaleza, la brecha entre los cortesanos Heian y los cercanos granjeros resultaba enorme. En una ocasión, cuando Sei Shônagon y otros cortesanos se aventuraron fuera de Kioto para escribir poesía acerca del cuco, un pasatiempo primaveral que les encantaba, se encontraron a una campesina que cantaba y aventaba arroz con "una máquina de un tipo que nunca había visto". La mujer interactuaba con su entorno como lo hacen los campesinos. Sin embargo, como menciona Sei Shônagon, su canción resultaba tan extraña para los cortesanos que "rompieron a reír" y "olvidamos por completo escribir nuestros poemas hototogisu".
Brett L. Walker. Historia de Japón (2015).
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Agricultura tradicional en Japón (Museo de Arte de Honolulu, EEUU). Fotografía coloreada a mano a finales del siglo XIX (imagen de dominio público). |
Los antiguos agricultores japoneses comprendían la importancia de la calidad del suelo para el crecimiento de los cultivos. Observaban cuidadosamente las características del suelo, como su textura, composición y capacidad de retención de agua.
¿Ancestral o moderno?
Para comprender esto último, es bueno leer a Masanobu Fukuoka. Masanobu Fukuoka (1913-2008) fue un biólogo y agricultor japonés que escribía precisamente sobre agricultura desde un punto de vista innovador, basado en filosofía del no-hacer, es decir, interviniendo sólo hasta donde sea necesario y lo mínimo posible en los procesos naturales. Aunque en sus textos, a veces, se ríe de los investigadores, es cierto que ridiculiza ciertos rasgos muy ridiculizables (desde mi punto de vista, se pasa un poquito, pero es que yo soy un investigador 😅). Su filosofía, de todas formas, es más que interesante y sus escritos deberían ser leídos por todo el mundo:
El método de cultivar el huerto familiar en el antiguo Japón armonizaba bien con el modelo de vida natural. Los niños jugaban bajo los frutales en el patio trasero. Los cerdos comían las sobras de la cocina y se revolcaban en el suelo. Los perros ladraban y jugaban y el agricultor esparcía simientes sobre la tierra fértil. Los gusanos e insectos crecían entre las hortalizas, y las gallinas se los comían, poniendo huevos para que se los comiesen los niños. La familia rural típica japonesa cultivaba las hortalizas de esta forma hasta hace menos de 20 años. Las enfermedades de las plantas se prevenían criando las variedades tradicionales en el momento adecuado, manteniendo un suelo sano mediante la devolución de todos los residuos al mismo, y rotando los cultivos. Los insectos dañinos eran recogidos a mano o comidos por las gallinas. En Shikoku del sur había un tipo de gallinas que comía los gusanos e insectos de las hortalizas sin escarbar las raíces o dañar las plantas. Algunas personas se mostrarán escépticas al comienzo con respecto a la utilización de estiércol animal y residuos orgánicos de la casa pensando que es primitivo o sucio.
Hoy la gente quiere hortalizas “limpias”, así que algunos agricultores las cultivan en invernaderos sin utilizar el suelo. Los cultivos enarenados e hidropónicos se están volviendo más populares cada día. Las hortalizas se cultivan con nutrientes químicos y con la luz que ha sido filtrada a través de una cobertura plástica de vinilo. Es extraño que la gente pueda creer que estas hortalizas cultivadas químicamente sean “limpias” y puedan comerse con seguridad.
Los alimentos obtenidos en suelos equilibrados por la acción de lombrices, microorganismos y estiércol animal en descomposición son los más limpios y saludables de todos.
Masanobu Fukuoka. La revolución de una brizna de paja (2011).
Desde el punto de vista de la filosofía animista, los antiguos japoneses consideraban que la naturaleza y la agricultura estaban estrechamente relacionadas con las creencias religiosas del país. Creían que la tierra tenía un espíritu y que debían mostrar respeto y gratitud hacia ella para asegurar buenas cosechas. Este vínculo espiritual se reflejaba en las festividades y rituales agrícolas que se llevaban a cabo para agradecer a los dioses por las cosechas abundantes y para pedir protección contra desastres naturales.
Preguntas para pensar un poco
¿Dónde puedes observar hoy sistemas de irrigación?
¿Qué diferencia al cultivo del arroz en China y en Japón?
¿Qué técnicas antiguas puedes identificar hoy en los arrozales de montaña?
¿Cómo puedes observar la relación entre suelo y cultivos en tu entorno? ¿Se cultiva cualquier planta en cualquier suelo?
¿Qué experimento casero podrías hacer para ver la capacidad de retención del agua en distintos suelos?
¿Te atreverías a hacer una maqueta de un sistema de cultivo en terrazas?
¿Por qué sirve la rotación de cultivos en la agricultura?
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