Desertificación y seguridad alimentaria

El calentamiento global acelera la aridificación y la desertificación de los suelos, especialmente en regiones vulnerables como el Mediterráneo y España. La combinación de altas temperaturas, sequías prolongadas, erosión hídrica y sobreexplotación agrícola reduce la fertilidad del suelo, amenaza la biodiversidad y compromete la seguridad alimentaria. La desertificación no es solo un fenómeno ambiental, sino un problema social y económico que incrementa la pobreza, los conflictos y la migración forzada. La gestión sostenible del suelo, la selección de cultivos adaptados y la reducción de emisiones son claves para frenar este proceso.