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Mostrando entradas de 2024

Los carbonatos del suelo

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Los carbonatos en el suelo pueden ser autóctonos, alóctonos o secundarios, dependiendo de su origen y proceso de formación. aparecen en suelos bajo climas áridos o semiáridos, a menudo sobre rocas carbonatadas (como las calizas), y se acumulan a través de procesos de disolución y precipitación relacionados con el agua y el CO₂. La cantidad y forma de los carbonatos en el suelo están influenciadas por factores como la temperatura, la acidez, la disponibilidad de agua y la actividad biológica.

Día Mundial del Suelo

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El Día Mundial del Suelo destaca la importancia crítica del suelo para la vida en la Tierra, ya que sostiene la producción del 95% de los alimentos y es vital para la biodiversidad y la regulación climática. Sin embargo, enfrenta amenazas como la erosión y la degradación causada por el cambio climático y prácticas humanas insostenibles. Para revertir esta situación, se promueve la gestión sostenible del suelo mediante técnicas como el laboreo mínimo, la rotación de cultivos y la adición de materia orgánica. Celebrado el 5 de diciembre, este día busca sensibilizar sobre la necesidad urgente de proteger este recurso esencial.

¿Quién quema el bosque?

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El régimen de incendios forestales en España ha cambiado en las últimas décadas debido a factores como el cambio climático, la despoblación rural y la gestión forestal inadecuada. El calentamiento global ha intensificado los incendios al aumentar las temperaturas y la sequedad de la vegetación. La migración hacia zonas urbanas ha reducido la gestión tradicional del territorio, aumentando la acumulación de biomasa inflamable. Políticas forestales pasadas, como la reforestación con especies inflamables, también han contribuido. Aunque los incendios intencionados son comunes, la mayoría está relacionada con prácticas agrícolas, mientras que los pirómanos representan un porcentaje menor pero reciben más atención mediática.

Malthus en su agujero

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Anteriormente en este blog  hemos hablado de las locas ideas que Malthus propuso en el siglo XVIII, hoy felizmente desacreditadas hasta el punto de quedar prácticamente para hacer memes . ¿Pero qué podía haber hecho Malthus en lugar de eliminar gente? ¿En realidad no tenían nada bueno sus propuestas? ¿Es buena idea seguir explotando a los pobres, pero sin dejarlos tener hijos? Las teorías de Malthus sobre el crecimiento poblacional y la escasez de recursos, basadas en argumentos falaces, defendían la reducción de la población como solución a la escasez de recursos. A pesar de sus graves errores y de sus ideas éticamente reprobables, su visión sobre los límites de los recursos inspiró a futuros investigadores. Modelos más avanzados (y veraces), como el de Lotka-Volterra y otros, han permitido comprender mejor la interacción entre población y recursos. La pretensión de sostenibilidad sugiere abordar los problemas de recursos de manera ética y científica.

Producción de alimentos y seguridad alimentaria

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En la  anterior entrada  de esta serie ( ¿Por qué comemos lo que comemos? ) vimos cómo el descubrimiento del fuego y aprender a cocinar contribuyeron a definirnos como los humanos que hoy somos. ¿Pero cómo afecta esto a la seguridad alimentaria? ¿Qué tiene que ver esto con la agricultura y el uso del suelo, que al fin y al cabo es de lo que trata este blog? El desarrollo de técnicas de procesamiento y conservación, como la cocción, pasteurización y desinfección, ha sido fundamental para mejorar la seguridad alimentaria y aumentar la biodisponibilidad de nutrientes. Estas prácticas permiten extender la vida útil de los alimentos y minimizar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos, optimizando a la vez la producción agrícola y contribuyendo a la sostenibilidad del sistema alimentario global. La adición de vitaminas y minerales en alimentos, así como la selección de cultivos adaptados al cocinado, también juegan un papel crucial en la nutrición humana. Técnicas t...

Cocinar nos hizo humanos

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En la  anterior entrada  de esta serie ( ¿Por qué comemos lo que comemos? ) echamos un vistazo a las causas y evidencias del omnivorismo humano. A partir de ahí, con el tiempo, el descubrimiento del fuego y la práctica de cocinar los alimentos transformaron la digestión humana, permitiendo una mayor liberación y absorción de nutrientes y facilitando el proceso digestivo. Cocinar no solo hizo que los alimentos fueran más sabrosos y fáciles de masticar, sino que también eliminó patógenos, mejorando la seguridad alimentaria. La hipótesis del cocinado sugiere que esta práctica pudo haber contribuido al desarrollo de cerebros más grandes en los humanos, ya que la energía ahorrada en la digestión se destinó al crecimiento cerebral.

Supervillanos de Marvel y demógrafos malvados

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Cuando se habla de Malthus, aun hoy en día encuentran opiniones encontradas. Para algunos fue una especie de profeta. Para otros, un pesimista. Para otros, un mentiroso. ¿Pero por qué nadie dice que, en realidad, era una muy mala persona ? Algo así como un supervillano que no tuvo los medios o la suerte de otros genocidas como  Stalin ,  Franco ,  Hitler ,  Pol Pot  o algún otro más cercano en el tiempo. Las motivaciones y los propósitos de Malthus como supervillano podemos encontrarlas en otro gran malo malísimo nacido en los cómics: Thanos. Y mola muchísimo más empezar una entrada de blog con Thanos que con Malthus. Así que empezaremos con Thanos.

¿Por qué comemos lo que comemos?

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La comida está intrínsecamente relacionada con el suelo, ya que este es el medio principal en el que crecen los cultivos que alimentan a la humanidad. La calidad y salud del suelo afectan directamente la productividad agrícola, lo que impacta la disponibilidad y calidad de los alimentos que consumimos. Pero la dieta humana está condicionada por muchos más elementos. En este blog comenzamos una serie de entradas en las que discutiremos qué comemos y por qué lo comemos.

Tierra y metal

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Las concreciones de hierro y manganeso aparecen en el suelo como consecuencia de procesos geoquímicos influenciados por factores ambientales como la humedad, temperatura y acidez. Su formación está relacionada con cambios en el potencial redox del suelo, donde el manganeso y el hierro se oxidan y precipitan en presencia de oxígeno. Además, la presencia de materia orgánica y minerales específicos facilita la formación de estas concreciones, que tienen un impacto ambiental significativo, siendo capaces de adsorber contaminantes metálicos. La datación de estos nódulos también revela información sobre la historia geológica y climática del área.

El uso del suelo y la caída de las civilizaciones (4)

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 Los mayas, los indios anasazi y el Mago de Oz Decadencia precolombina y el fin de los mayas La  civilización Maya , una de las culturas precolombinas más sofisticadas de Mesoamérica, floreció en las regiones que hoy comprenden México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Su historia abarca desde hace cuatro milenios hasta pocos años después del descubrimiento de América por  Cristóbal Colón  (a raíz de lo cual, españoles primero y europeos detrás, bendijimos a los entonces ignorantes y salvajes pueblos americanos con nuestra lengua, nuestra religión, nuestras enfermedades, nuestro esclavismo, y nuestras dictaduras; pero nos trajimos el oro, la plata, las  patatas , los  tomates , la  sífilis  y al  Chavo del Ocho ). Con el oro, al menos, nos convertimos en  los yuppies del siglo XV  y con los tomates nos inventamos la  dieta mediterránea . 

El uso del suelo y la caída de las civilizaciones (3)

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A lo largo de esta serie (" El uso del suelo y la caída de las civilizaciones ")  hemos hablado sobre el uso del suelo como un recurso supuestamente "inagotable" a lo largo de la historia y de cómo su mal uso causa hambre, migraciones y conflictos. Hoy vamos a ver algunos ejemplos de cómo el mal uso del suelo y los recursos naturales ha sido capaz de borrar culturas e imperios en épocas en que no disponíamos del conocimiento actual.

El uso del suelo y la caída de las civilizaciones (2)

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En la primera parte de este texto   traté de explicar cómo, a lo largo de la historia, los humanos han utilizado el suelo como un recurso "inagotable". Traté de explicar que el suelo es esencial para la supervivencia humana, proporcionando alimentos, fibra, materiales y servicios ecosistémicos. ¿Pero hasta dónde podemos aprovecharnos del suelo?

¡Estudiantes al campo!

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La docencia de la ciencia del suelo en el aula es forzosamente teórica. Al menos en España, es común que la primera vez que los alumnos se enfrentan a esta rama sea durante el primer curso universitario de grados como Biología, Ciencias Ambientales o Ingeniería Agronómica. Aunque incluye aspectos de física, química, geología y biología, que son materias que los estudiantes de ciencias ya conocen, la ciencia del suelo los organiza y los relaciona. ¡Y aporta una cantidad ingente de nuevos conceptos para los universitarios!

El suelo y la plasticosfera

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El accidente ocurrido en diciembre de 2023 en las costas de Galicia y Asturias, que involucró la pérdida de un contenedor lleno de pélets de plástico, es solo uno de los muchos incidentes anuales que contribuyen a la creciente contaminación por microplásticos. Aunque los plásticos son versátiles y útiles en la vida diaria, su reciclaje es limitado, y su degradación genera micro y nanoplásticos que terminan en el medio ambiente, afectando la salud humana y los ecosistemas. En particular, los suelos agrícolas están altamente contaminados con microplásticos, superando incluso la contaminación marina. Esta contaminación, proveniente tanto de fuentes intencionadas como no intencionadas, impacta negativamente en la estructura del suelo, la biota edáfica y la salud humana. Aunque existen métodos para eliminar los microplásticos, el reto radica en buscar soluciones sostenibles y alternativas biodegradables al plástico.

El uso del suelo y la caída de las civilizaciones (1)

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La humanidad, desde sus orígenes, ha explotado el suelo y los recursos naturales bajo una lógica antropocéntrica que prioriza la producción por encima de la sostenibilidad. Desde el relato bíblico del castigo divino hasta las ideas de Malthus y sus derivaciones modernas, se han justificado visiones que convierten el suelo en mera herramienta productiva, olvidando que es la base de los ecosistemas y de nuestra propia supervivencia. El uso intensivo del suelo ha traído consigo graves consecuencias: erosión, pérdida de fertilidad, contaminación y cambio climático. Frente a estas amenazas, surge la necesidad de replantear el concepto de “recurso natural” y hablar en términos de servicios ecosistémicos, reconociendo que el suelo no es renovable a corto plazo. La reflexión sobre estas cuestiones nos invita a observar las señales del colapso ecológico en nuestra historia y en nuestro presente.

Mucho más que marrón (2)

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El color del suelo es un indicador clave de sus propiedades físicas, químicas y biológicas, así como de su historia geológica y climática. Desde los negros intensos de los Chernozems o la terra preta hasta los blancos salinos o los rojos mediterráneos, la variedad cromática del suelo responde a procesos como la acumulación de materia orgánica, la oxidación y reducción de metales, la actividad volcánica o la influencia del clima. Estos colores se describen científicamente con el sistema Munsell, que permite identificar matiz, brillo e intensidad. Más allá de su utilidad analítica, el color del suelo también conecta con el paisaje, la cultura, la toponimia y la percepción sensorial del entorno.

¿Qué es la desertificación?

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La desertificación es un proceso complejo de degradación de tierras fértiles en zonas áridas, provocado principalmente por la actividad humana y agravado por el cambio climático. A diferencia de la desertización, que es un fenómeno natural, la desertificación implica deforestación, sobrepastoreo, sobreexplotación de acuíferos y cambio de uso del suelo, con consecuencias como pérdida de biodiversidad, escasez de agua, conflictos sociales y retroalimentación climática. Ejemplos como el Sáhara, Doñana o Mairena del Aljarafe ilustran cómo el mal manejo ambiental conduce al deterioro irreversible del suelo y a problemas ecológicos y sociales profundos.

Mucho más que marrón (1)

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El color del suelo refleja procesos físicos, químicos y biológicos fundamentales para comprender su origen, evolución y uso. Su estudio permite identificar horizontes diagnósticos, diferenciar suelos y deducir aspectos como la presencia de materia orgánica, óxidos de hierro o condiciones de humedad. Aunque comúnmente lo describimos como “marrón”, su tonalidad varía globalmente en función del clima, el material parental y la vegetación. Las percepciones culturales y geográficas influyen también en cómo lo vemos y representamos. Desde los cómics hasta las observaciones científicas, el color del suelo es una herramienta clave en la edafología, con implicaciones en agricultura, conservación y educación ambiental.

El cambio climático explicado a un golden retriever (2)

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El calentamiento global, vinculado a las emisiones de gases de efecto invernadero por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva, representa una de las mayores amenazas para el equilibrio ecológico y la estabilidad social del planeta. Las evidencias científicas, obtenidas tanto del análisis paleoclimático como de los registros instrumentales actuales, muestran un aumento acelerado de la temperatura media global, con consecuencias como el deshielo, el ascenso del nivel del mar y la alteración de ecosistemas y cultivos. Aunque las soluciones requieren acción coordinada a nivel global, gobiernos, empresas y ciudadanía pueden mitigar sus efectos mediante políticas energéticas sostenibles, eficiencia urbana, consumo responsable y cambios en los hábitos de vida. La acción individual no basta por sí sola, pero es clave en la transformación colectiva necesaria para adaptarse a este nuevo contexto climático.